Dos fuimos los
Atlantes -Lolo y Leti- que marchamos a Lanzarote a recorrer los 32km de la modalidad Copa de la Haría Extreme,
puntuable para las Copas de España y de Canarias de Carreras por Montaña de la Federación Española
de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME). Llegamos a la isla conejera el
viernes y antes de tomar dirección Haría y habiendo pasado previamente por el
apartamento en Costa Teguise, regresamos al aeropuerto a recoger al amigo
Paquito que venía desde La
Palma. Allí nos encontramos con Maider, su marido y los
pequeños. Saludamos y nos vamos al aparcamiento, la sorpresa, al menos para mi
lo fue, era que Paquito traía la caja con los trofeos de la Copa Canarias,
jejejejeje, a ver si alcanzamos algo, jajaja, pobre de mi, está claro que las
ilusiones alientan el alma y en ocasiones hasta dan vida. Mis aspiraciones,
ante el elenco de corredores/as asistente, eran las de terminar y disfrutar del
recorrido de mis primeros 32km.
La caja con los trofeos de la Copa Canarias.
Al marchar a Haría,
el hambre nos azota y paramos en Mala. En su “Sociedad” o como se conoce en la
isla “Teleclub”, nos sirven un rico estofado de carne de cabra y unas croquetas
-que no estaban muy allá-, las de mi suegra son mil veces mejores. Llegamos a
Haría, recogemos dorsales, pagamos la fianza del chip y nos regalan una mochila
camel back con botella de 2
litros de capacidad. Por aquí aparecen, amén de Paquito
que estaba a nuestro lado, algunos de los corredores más importantes del
panorama nacional y regional: Oihana Kortazar, Diana Ojeda, Esther Fernández,
Tófol Castanyer, Carlos García, José Carlos Vera, etc, etc, etc…
Entrada la
tarde-noche y con puntualidad inglesa se abre el comedor a las 19:30 y empieza
la cena de la pasta.
Tenemos que llenar las reservas, al día siguiente nos espera
una carrera rápida, donde los primeros 18km, con poca pendiente te permiten
correr, así que a repetir plato se ha dicho. Lolo y yo dos platos, pero las
risas vinieron con los amigos del Trecus Cajacanarias, Antonio y Pablo, para
los que repetir y repetir y repetir plato es lo normal, jajajaja, fuertes
limas.
La cena de la pasta.
A todas estas,
decir que hoy por fin tengo voz. Acudí al evento de Haría con una fuerte disfonía.
Ni Phonal, ni aguas de hierbas curativas, ni propóleo, ni nada me la cortó.
Llega el día,
salida a las 8:00 desde la plaza de Haría. Damos una vuelta al pueblo y el
recorrido nos conduce hacia un barranquillo angosto, en el que un salto nos
obliga a subirnos a la tubería anexa y he aquí el embotellamiento. Fila india hasta
descender de nuevo al fondo del barranquillo. Me doy cuenta de que el chip está
medio suelto, esto de amarrarlos a los Salomon es un rollo, siempre te quedas
con incertidumbre, continúo corriendo y avanzamos kilómetros por pista de
tierra. Unos 2km antes del segundo avituallamiento (km 10 de carrera), del
ancho de la pista pasamos a un estrecho sendero que cruza un malpaís de
matorral de matabrusca con ahulaga, y que a muchos nos deja las piernas
arañadas. En este tramo, el paisaje es singular y espectacular, a su salida en
el horizonte se divisa el pueblo de Órzola.
A partir del
avituallamiento del km 10, me empiezan unas molestias en la parte superior
central del cuadriceps, pienso ¿será falta de hidratación?, tomo agua y
continúo pero antes de llegar a Órzola, a la altura de las peñas de Andía el
dolor se intensificó. Para correr tenía que agarrarme el muslo con la mano, y
ahí me adelantaron varias féminas, que le vamos a hacer, cuando no se puede no
se puede. Llego al km15 y en mi mente me replanteo que hacer, recargo agua,
como sandía y decido continuar, pienso por lo menos tengo que terminar.
Salimos de Órzola
hacia La Quemadita y a lo lejos se divisan punta Fariones y La Graciosa, que hermosa
postal. Inicio el trote y de nuevo la puntada y ahora peor, baja por la cara
lateral del muslo y llega hasta la rodilla, pienso, mierda otra vez la fascia
lata. En enero me había recuperado de otro proceso similar y ahora otra vez, no
puede ser. Me limita para llanear y en bajadas, menos mal que en breve llegamos
a la primera subida, la loma de Fuente Dulce que va al mirador del Río y el 4º
de los avituallamientos. Subiendo la cosa va mejor, tiro y tiro sin parar y al
llegar al avituallamiento me encuentro un panorama cuando menos singular, un
guardia civil estirando la pierna de un corredor, y pensé y si sigo y el
cuadriceps se me sube, ¿qué hago? ¿Sigo? ¿Paro?, Dios!!!!!!!!!! Me quedan 12km,
ya tengo más de la mitad recorrida, pues sigo.
Bajamos del Risco
por el sendero que va a Famara, las molestias me impedían bajar al ritmo que me
gusta, pero por lo menos descendemos. Ahora toca otro kilómetro y medio de
llaneo y de nuevo a agarrarse el muslo, es lo que toca, tengo que llegar. A
medida que avanzo, intento divisar a lo lejos que es lo que toca y veo a los
corredores subiendo lentamente por una derriscadera casi vertical y pienso, es
la subida a Guinate, simplemente alucinante. Me hizo recordar los tiempos en
los que escalaba, para mi suerte no me hicieron falta las cuerdas y pude
adelantar a varias personas. El escalar te dota de cierta agilidad para tirar
de bloque e hincar las manos con fuerza en el basalto. Hubo tiempo de echarle
un cabo a un corredor del Carucat con un gemelo subido.
Para mi está fue la
mejor parte, me hizo revivir momentos sensacionales y recordar a mis compis de
escalada Javi y Antonio. Esto último y el ansía de terminar fue lo que me
ayudaron a llegar a meta, donde mi marido -Lolo- me esperaba más que
preocupado, pensando si me había retirado. Un fuerte beso y abrazo a Lolo, mano
a la fascia lata y subida a la pesa para comprobar el peso perdido después de
la carrera, para esto tengo que tirar del refranero español, porque en mi caso
está claro que “De donde no hay no se puede sacar”, jajajaja, sólo perdí 100 gramos, jajajaja, me
parece que este resultado va a desviar las medias del estudio de Artroactive.
Para terminar decir
que Lolo clavó su tiempo en 4:00 horas, siendo el 98 de su categoría (Absoluta
masculina) y por mi parte, si bien tarde 5:00 horas, diré que ahora creo en
aquello de las ilusiones que decía al principio, porque sin esperarlo, aunque
Paquito con la lista general en mano me había echado la cuenta, quedé 2ª de
veteranas de la Copa
Canarias para federados/as. La alegría fue tremenda y la
celebración posterior mejor, lo malo es que iba a disfrutar del recorrido y
ahora me encuentro con que si quiero mantener la posición en veterana, tengo
que ir a la Artenara
Trail y la
Ruta Doramas, así que a la familia canariona le digo que ya
pueden ir preparando la casa para octubre y noviembre, de esta me muero.

Así que nada, hoy puedo hablar, tengo la fascia lata dura como una piedra y mañana toca osteópata, que será de mi……continuará.
Leti
Fotos:
Más Fotos: