27 de septiembre de 2012

DE LA I TENEGUÍA TRAIL Y LO QUE ALLÍ ACONTECIÓ BY LETICIA

A La Palma marchamos seis compañeros del Atlantes Trail a disfrutar de un fin de semana en compañía de los amigos del Trecus y del Riverol Running. Allá fuimos, Mario y Raquel, Hugo, Jonay, Lolo y yo. El viernes por la tarde a vendimiar en las viñas de D. Francisco en Mazo, que ricura, hacía años, desde que vendimos nuestros canteros en tierras araferas, que no me afanaba en estos menesteres y vinieron a mi memoria buenos recuerdos.



En la noche, la tan ansiada Party Fiesta Mojitos 3.0, pasando de su sede oficial en Tenerife a la de La Palma, en la caseta de Don Francis Morales y Mary en Mazo. La verdad es que pasamos un buen rato, entre la carne, las papas, el mojo y el quesito palmero, los chistes de Víctor, el toque acompasado de José y los mojitos del Druida Mario y su ayudante Asterix “Jonay”, que estaban de aupa. Nos mandamos dos calderos del brebaje y de allí salimos alegritos directos a la casa de Paquito. Pero como no hay 3.0 sin 4.0, ni noche que pare el ritmo del Atlantes, nos dijimos “…y ahora nos vamos a acostar?...”, “…a pos vámonos de marcha…”, y continuamos en la terraza La Sal Marina Club, y claro algún mojito cayó, pero los del Druida son infinitamente mejores, jejejeje.




El sábado tocaba “aposamiento”, jejejje, visita a la tienda del Riverol Running en San Antonio, donde Esther nos atendió muy amablemente, paseíto por Santa Cruz de La Palma, compritas en el Mercado y recuperación con agua, agua, nestea, aquarius y más aquarius, jejjejeje. Almuerzito y pa la playa de Los Cancajos para “aposar” nuestras posaderas, jejejeje, en la arena, hasta una sobada cayó. Antes de la cena unos estiramientos en casa de Paco y a mumu que tocaba madrugar para llegar a tiempo a Los Canarios en Fuencaliente, donde se desarrollaba la última de las carreras de la Copa Spar de Carreras de Montaña.

El domingo se inició, tras despertarme con una pesadilla muy desagradable, con un sobresalto en mi estómago. Duchita, desayuno en equipo y pa Fuencaliente se ha dicho. En meta saludos a los conocidos y a los amigos palmeros, como siempre los organizadores ajetreados para dejar todo perfecto. Abrazo emocionado a Toño Riverol, -ánimo amigo, lo de hoy lo tienes superado y en breve estarás dando el callo en los montes palmeros-. 
 
A Raquel le tocaba ayudar en el avituallamiento nº1, en el km 5,3 de la carrera, allí fue con Mary y Patricia, y cuenta que se lo paso muy bien. Nosotros marchamos a recoger el dorsal, nos dan la bolsa, corrijo la mochila del corredor, porque eso era, una mochila con la camiseta conmemorativa de la carrera, un bote de sal marina Teneguía, un blister de Physiorelax y publicidad del municipio. De ahí al coche a prepararnos y de paso saludar a más conocidos, como Doris, siempre tan afable.

Toca tomar posiciones en la salida, que se espera muy acelerada ya que es en bajada. Como siempre puntuales salimos a las 10:00 de la mañana y cual balines desde la plaza en descenso, giro a la derecha y pa Las Indias que nos vamos, sendero de picón vertical, lo que implica una bajada rápida y polvorienta, y remontar el descenso con unas subidas prolongadas sobre picón y entre viñedos hasta llegar a una pista ancha que permite correr. Llegamos al primer avituallamiento, el del Pino de Santo Domingo, donde Raquel, mi buen amigo César y Ciara me animan. Llego con alguna sensación extraña en el estómago, pero sigo, cojo melón y plátano y pa el GR se ha dicho.

Subiendo por el GR recuerdo lo mal que lo pase en la Transvulcania, iba con el efecto del antibiótico y el antiinflamatorio y un cordal dando latidos, qué angustia y pensando lo dejo, abandono, no!!! tú puedes, sigue pa lante; y algo parecido me sucedió esta vez. Subo mal, con ardor en la boca del estómago, intentaba respirar y no podía, algo me estaba sucediendo. Por fin se acaba la subida, y viene la bajada hacia el refugio de Los Roques, como me gusta bajar, pensaba ahora me recupero, ni de coña, la bajada fue prolongada y suave sobre una pista en zig-zag, y así varios km hasta llegar al km 12, donde me veo a Jonay, ¿pero tu que haces aquí? ¿qué te paso? ¿y los chicos?. Al verlo me aumentó la angustia en el estómago y pensé en abandonar y quedarme con él. Jonay, antes de ir a La Palma, estuvo un par de días con fiebre y malestar de estómago, y ahora, en carrera, estaba vomitando.

Me dije, si Jonay ha tenido que abandonar, no puedo dejarlo, no podemos ser dos los Atlantes que nos quedemos, todavía puedes seguir, venga tira palante. Y así fue, pero todo fue a peor, el calor me erizaba, pero tengo que seguir, buches de agua, vasos de agua por la cabeza y a seguir. En este desasosiego me adelantaron varias chicas, y sabía que no tenía ninguna posibilidad de podium, pero pensaba, no!!!!, tienes que terminar, Fuencaliente no puede contigo…

Llego al último avituallamiento, km 23,5, y me encuentro con Sarita, “…ánimo Leti...”, ahora me echan media botella de agua por la cabeza y ante mi la famosa cuesta cansada, subida de picón de un 28% de desnivel, un km y algo más y la meta. El agua me vino bien, comencé a respirar profundamente para acompasar el ritmo de subida y logré hacerla en unos 17 minutos, pero al asomar a la carretera vuelve el ardor al estómago, no podía abandonar, mi marido, Mario, Hugo, Jonay, Raquel y amigos me esperaban y lo logré, llegue, pero al entrar me vine abajo.

Intentan recuperar con vasos de agua, hielo en las piernas, y agua fría en la espalda, de pronto el tirite se hizo intenso y en poco tiempo no controlaba mis movimientos, Lolo asustado me dice a la ambulancia y yo que no, que estoy bien, que me recupero enseguida, pero aquello a peor. Los chicos, Leti vete y al final accedí. En la ambulancia, estaban atendiendo a otra persona y mis manos se retorcían y vibraban sin control. Luci me acerca un polar de Toño y me abrigo con él. Cuando la enfermera pudo atenderme, tenía las manos moradas, y empezaba un hormigueo muy desagradable en mis extremidades. Temperatura: 34ºC, hipotermia, es decir, que seguramente en los instantes previos a tomar la medida era aún más baja. Azúcar: hiperglucemia. Tensión: me pone el brazalete empieza a inflar y la mano se retuerce, me quejo del dolor, y lo deja. Se me suben las pulsaciones a 105, intento respirar pausadamente y al cabo de un rato se va pasando todo. Me deriva al centro de salud de Mazo porque no tienen suero. Al salir me encontraba mucho mejor, pero Lolo y los chicos insistieron en ir, y yo les decía que se quedaran, que disfrutarán del almuerzo y la entrega de premios, pero que va, los compis, que son mis mejores amigos, dijeron, donde vayas tu vamos nosotros. La verdad es que no tengo palabras para expresar el agradecimiento que siento hacia mis compañeros de equipo, Mario, Raquel, Hugo y Jonay, son unas bellísimas personas con un corazón enorme y les estaré infinitamente agradecida por su preocupación y ayuda. Y a Lolo que le puedo decir, tú ya lo sabes amor.

Bueno y sigo porque sino me pongo sensiblona y me echo a llorar. Los chicos quedaron muy bien, porque la rivalidad y competencia en las carreras palmeras es dura, pero allí dejaron su impronta. Por orden de llegada, Hugo quedo el 16 con 2:39 y 8 de la categoría, Mario el 23 con 2:43 y 9 de la categoría y Lolo, el 35 con 2:54 y 9 de los veteranos. Jonay, tranquilo, es tu segunda carrera, quedan muchas por delante, mejórate.

Gracias a todos los que se han preocupado por mí en estos días. Toño, gracias por el polar, me salvaste tío. Paquito y César, gracias amigos, un muac pa los dos. Juan Gómez, gracias por tu ayuda en meta. Marian, besitos mi niña. Ascen y Esther, besazos. Francis, gracias y nos vemos en Artenara y al chiquitín, besitos y sabes que lo seguiré intentando, jejeeje, tú me entiendes.

Este finde me ha aportado una nueva experiencia en este mundo del trail, la experiencia de que mis amigos lo son y son de corazón.

La Leti.


                                             




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